ALFONSISTAS CREANDO CUENTOS

Actividad realizada en el taller: AULA FUNDACIÓN TELEFÓNICA
Metodología: Dada cinco palabras (Piojo,Calvo, Betún, Petunia y viento), los docentes se dispondrán a armar una historia breve y coherente para enviarla al correo de la TUTORA...

CUENTOS VIA EMAIL
JORNADA MAÑANA - ALFONSO LOPEZ PUMAREJO


Durante las vacaciones me dediqué a hacer un jardín con petunias, pero la duración fue muy corta, qué triste realidad, no compensó tanta dedicación. Francia Monsalvo.

En una población del Cesar, un joven quedó calvo por la acción del viento,
lo que provocó la protesta de los piojos que mantenía en su cabeza. Hoy, en vez de piojos mantiene su cabeza untada de betún de distintos colores que asemeja a unas petunias.
Eliseo Ditta.

DON PABLITO Y EL PIOJO


Pablito un viejo enjuto, calvo, taciturno y encorvado por el peso de sus años, había dedicado gran parte de su vida a cuidar las petunias de doña Alicita del Carpio y entregado con fidelidad a tan distinguida familia su sapiencia sobre los secretos del campo.
Una mañana en la que presentía su final, se sentó en la cúspide de un peñasco a escuchar el sonido del viento, que según sus creencias, le traían noticias de ese ser tan maravilloso que lo había amado tantísimos años.
Al caer el ocaso, tenía que regresar al hogar, ¡Qué pesar!, sin embargo bajó, sin siquiera imaginar que adherido a sus pocos hilos de plata que le quedaban, iba un molesto piojo, quien le acompañó toda la noche con sus torturantes picotazos. ¡Qué piquiña tan espantosa!. Amanecía cuando por fin lo atrapó, volcó toda su amargura contenida en su corazón, pensó en defenderse, buscó con su mano temblorosa el arma que tenía ahí al alcance de su mano, dentro de la gaveta de la cómoda y le asestó un certero golpe... con la caja de betún.
Maritza Pabón.


En la huerta de Jacinto había un jardinero un poco viejo y calvo que le fascinaba lustrar sus zapatos con betún negro porque decía que se veía más elegante con ese tipo de color. Cierto día mientras limpiaba la huerta descubrió que habían germinado unas petunias que le regaló doña Tulia su vecina de al lado. Emocionado por esto comenzó a rascarse la cabeza y descubrió que tenía piojo en su poca cabellera, preocupado se ha sentado en una roca a meditar y dejar que el viento refrescara su rostro alejando así las preocupaciones y trasladándolo a un mundo imaginario de fantasías y sueños. Omaira Rodríguez.


Un piojo se cayó en la cabeza de un calvo que estaba untado de betún, llegó el viento y lo arrastró hasta un jardín de petunias. Nicolás Orozco.


Una cajita de betún llamó al piojo calvo y le preguntó que haría para enviarles petunias al viento, y éste le contestó: Ubica las flores más hermosas en la ciudad de Valledupar, capital mundial del vallenato y si al viento no le gustan que venga a bañarse y escuchar música en el rio Guatapurí. Cecilia Montaño Ojeda.

En un jardín de petunias, cierto día, el jardinero, que es el señor calvo, una mañana, limpiando la maleza se encontró un piojo untado de betún, pero como tenía las manos enjabonadas, se le escapó, llevándoselo un viento fuerte. Leonor Angulo.

Los piojos que trajo el viento invadieron al pueblo de Luza, dejándolos calvos y tristes, pero Luza como es una chica lista les llevó betún para que pintaran sus cabezas y todos felices le regalaron petunias. Ruth Cardona.

Había una vez un viejito calvo, que le gustaban las petunias en su bolsillo, siempre tenía sus zapatos embetunados, un día llegó un visitante a su cabeza llamado piojo alegre, pero encontró un ambiente desértico para vivir por lo que decidió vivir en otro lugar expulsado por el viento. Sonia Uribe.

Cualquier día el viento trajo un piojo a la cabeza de LUZA, y éste fue tan feroz que en cuestión de segundo la dejó calva, preocupada por esta situación
decidió untarse betún y en la orejas colgarse una petunias para mejorar su apariencia y verse bellísima y al fin el arreglo con las petunias le ayudaron a conseguirse un buen novio.
Gladys Góngora.


El viento era tenue, sin embargo no impidió que el piojo que adornaba la cabeza del calvo cayera dentro de la caja de betún del embolador que se encontraba embolando los zapatos del calvo que leía entre tanto un artículo en el periódico sobre el cuidado de las petunias.
Saúl Rivera

Un piojo fue arrastrado por el viento hasta una petunia pero con tan mala suerte que en su recorrido cayó en una caja de betún y salió untado; esto produjo la caída de su cabello por lo cual quedó calvo. Calixto Ramos.

Un piojo fue empujado por el viento, dicho piojo era totalmente calvo y perezoso. Una lagartija le impregnó betún para darle colorido a su cabeza, pero luego una paloma le regaló muchas petunias hermosas y frescas y el piojo se animó. Lisania Mendoza.




Un pobre piojo salió una calurosa mañana a buscar una nueva vivienda, pues había sido arrastrado por una fuerte corriente de agua de la cabeza de una linda niña, pero con tan mala suerte que fue a parar a la cabeza del calvo José que era tan brillante que parecía pulida con el mejor betún de la tienda del abuelo.
Lo que no previó el pobre piojo fue que apenas sopló el viento, voló por el aire y después de dar vuelta y tumbos por fin reposó sobre una linda petunia.
Luz Fanny Restrepo.

LUIS EL CALVO
Al viejo Luís a esta edad ya se le había caído todo, hasta el pelo. Se dedicaba todo el tiempo a leer prensa, sacar el perro a pasear y cuidar sus petunias (parecía profe pensionado). El peso de los años ya no le permitía agacharse para usar el betún que lustrara sus zapatos, le gustaba ir al jardín para que el viento rozara su cara y le trajera el aroma de sus flores, pero sus ojos estaban tan bien que podía aun ensartar una aguja y sacarle los piojos a su perro.
Nelly Pabón

En la ciudad de los pelos de punta existe una niña que tiene un paraco de piojos, ella es amante a sus queridos animalitos, los cuida les da comer y los pechicha. Un día los sacó de paseo al parque pelao que es la hermosa cabeza del calvo Ramírez. Ellos jugaron, saltaron y quedaron encantados, prometieron volver y dijeron que llevarían betún en la próxima visita para untarle al calvo y hacer un resbaladero sobre su cabeza para gozársela toda, pero contaron con tan mala suerte que el viento no les favorecía y sus esfuerzos para subir a éste fue en vano y decidieron regresar a casa. Cuando llegaron encontraron a sus amiguitas petunias, las cuales relucientes y felices como siempre, trajeron aroma y colorido para festejar los cumpleaños de sus amiguitos los piojitos. Alma Mendoza

Erase una vez una ranita platanera, quería apoderarse de la sabiduría
de los demás compañeros, con tan mala suerte que cuando inició la
competencia por la noche no podía dormir por la piquiña tan impresionante
que le produjo en todo el cuerpo por las picaduras de una piojera que la azotaba el viento que se les incrustaron en las partes más íntimas de dicha ranita que la dejó calva y le cambió de color, quedando más negra que el betún ,trayéndole como consecuencia, que la transformó en unas petunias venenosas que la mandó a
una hospitalización urgente en la ciudad mas cercana, pero desgraciadamente no existían médicos especializados en la situación presentada a la ranita platanera.
La moraleja que nos deja es que no debemos abarcar e inmiscuirnos en el comportamiento delos demás compañeros. Norman Emilio Romero Polo.

PANCRACIO Y SUS PIOJOS
Pancracio es un señor de tez negra, tan negra que brilla como un betún. Cierto día se encontraba recogiendo petunias en su jardín para sorprender a su esposa quien se encontraba de cumpleaños, de pronto un fuerte viento lo puso a tambalear y cayó al piso, sobre su cabeza en los pocos cabellos que le quedaban se depositaron muchos piojos ambiciosos por deleitar su rica sangre, era tanta la comezón que le tocó salir despavorido para su casa y llegar sin las anheladas petunias, hubo que llevarlo de inmediato a la clínica y quedarse hospitalizado porque le produjo alergia y su cabeza quedó llena de inmensas bolitas rojas parecidas a unas anémonas. Omaida Pacheco.